Se despierta hambrienta, con ganas de un montón de panqueques y un buen polvo mañanero. Su hombre le ofrece ambas cosas, volteando panqueques mientras ella se retuerce sobre su gruesa polla. El desayuno de campeones se convierte en un paseo atrevido, con el jarabe goteando mientras follan como animales. ¡Menuda manera de empezar el día!