Golpeé esa maldita mesa hasta que gritó mi nombre.

1080p7 min

Golpeé la mesa como si fuera una zorra implorando más. Su culo rebotaba contra la madera mientras la penetraba profundamente, imprudente y brutalmente. Gritaba por cada centímetro, con el sudor goteando mientras ambos corríamos hacia el maldito final. La mesa se sacudió, su coño palpitó, y me corrí como un campeón.

Agregar comentario
Imagen de protección