No es de sangre, pero joder, mi hijastra es guapísima. La pillé haciéndome ojitos, así que me acerqué. De repente, nos besamos, nos tomamos de las manos, con un maldito tabú en el aire. Ella gime, yo gruño, y la cosa se pone más caliente que el infierno. Mi padrastro está en problemas, ¿pero a quién le importa? Esto es una locura.