Cory Chase, la esposa cachonda del entrenador, es pasada de mano en mano por el vestuario como si fuera un porro de la victoria. Es un festival de sexo grupal tabú, con deportistas sudorosos taladrándole los agujeros, convirtiendo la motivación del equipo en una celebración empapada de semen. Esto no es una charla motivadora cualquiera; es una reunión intensa y profunda.