Mi amigo tenía antojo de una corrida interna sucia, así que cuando vio a su hermanastra presumiendo de culo, no pudo resistirse. Es una loca, le encanta lo duro y crudo. La embiste con fuerza, haciéndola gritar y suplicar por más. Con una embestida final, le dio justo lo que quería: una corrida interna caliente y pegajosa. ¡Una locura!