La fiesta salvaje se convirtió en una gang bang de locura, con el imponente Maldonatto y ese semental musculoso y sin camisa a la cabeza. Al afortunado profesor le chuparon la polla y le follaron cada maldito agujero. Tetas rebotando, culos aplaudiendo, era un caos de cuerpos sudorosos y desnudos dándose placer como animales. Una orgía de proporciones épicas.