La pequeña rubia Kathy, una apasionada de los videojuegos, se atasca el joystick en plena partida, pero no solo el mando lo está manipulando. Su adicción pasa de la pantalla a lo obsceno mientras se mete en una polla enorme, demostrando que el 4k no es solo para gráficos. Ardiente y cachonda, puntúa alto en todos los niveles.