Un cachas amateur hambriento merodea por la terminal de autobuses, con ganas de polla. Se tropieza con un baño sucio y cae de rodillas. Se la chupa a desconocidos, uno tras otro. Carne fresca, cruda y profunda, es un festín anal. Este novato gay es insaciable, tragándose hasta la última gota en el sucio baño público.