Pillada en el acto, esta valiente hermanastra adolescente no se enoja, se desquita. Pilló a su hermanastro, un hombre con una polla negra, merodeando por el pasillo y decidió darle un espectáculo inolvidable. Lo dejó seco y luego se montó en una cabalgada salvaje, gimiendo como una zorra campeona. La venganza nunca se sintió tan bien.