Una estudiante universitaria tetona no tiene suficiente y se cuela en la cama de su compañera de piso para una cabalgada salvaje. Esta belleza insaciable sabe lo que quiere y no le da vergüenza tomarlo. Mírala rebotar y menearse, gimiendo con cada embestida, follándose a su compañera de piso como si no hubiera un mañana.