Will, el semental de mierda, quería una reforma en la cocina, así que la milf cachonda de al lado se ofreció en bandeja. Se inclinó sobre la encimera, mostrando sus enormes tetas y su jugoso culo, rogándole que la follara hasta el cansancio. Will no pudo resistirse y la embistió con fuerza y profundidad, haciéndola gritar como una loca. ¡Joder, eso sí que es un bautizo de cocina!