Mi hermanastra se vuelve loca, pensando que tengo una araña en la polla. Se arrodilla y chupa con fuerza para extraer el veneno imaginario. Sus labios se cierran con fuerza, moviendo la cabeza como una profesional. Estoy en el cielo, su boca es un sueño. Está decidida a salvarme la polla, sin darse cuenta de que me está haciendo la mejor mamada de mi vida.