Pensó que había ligado con un tipo con una polla enorme, y resultó que tenía razón. Después de cenar, él la sacó, y ¡madre mía!, ella estaba deseando sentir ese monstruo dentro de ella. Se la follaron con ganas, la habitación resonaba con sus gemidos y el roce de carne contra carne. ¡Joder, esta tía sí que sabía cómo manejar una polla grande!