Mi hermanastra es una provocadora, siempre me toca, siempre me tienta. Sabe cómo sacarme de quicio, ponerme duro como una piedra. Un día, exploto, la inclino y le doy el polvo brutal que tanto ansiaba. Se acabaron los juegos, solo placer puro e intenso. Ella gime, yo gimo, y ambas conseguimos lo que anhelábamos.
Bom