Tras bailar, Tiffany Tatum no puede evitar anhelar una polla gorda. Está cachonda, implorando una buena follada ahí mismo. Esta guarrilla sabe lo que quiere y no parará hasta conseguirlo. Una noche apasionada se convierte en un viaje salvaje cuando Tiffany toma el control, lista para ser penetrada hasta el cansancio.