Una pareja cachonda no podía quitarse las manos de encima, así que dejaron atrás a la multitud y buscaron un rincón apartado en el parque. Ella se inclinó, lista para sexo anal en público, sin importarle quién los viera. Él le metió la polla hasta el fondo del estrecho culo, follándola con fuerza y ardor a cielo abierto. El riesgo de ser pillados solo hacía que su sesión de sexo al aire libre fuera aún más excitante.