La guapa de Overwatch, Ashe, baja la pistola para un polvo intenso, luciendo su cosplay mientras la embiste. Su lenguaje obsceno es tan obsceno como su habilidad para los videojuegos, volviendo loco a su compañero. Cuerpo firme, actitud feroz y un polvo inolvidable. Ya no es solo un juego, es una penetración intensa y cruda.