Padrastro llega borracho a casa a trompicones, confundiendo a su hijastra cachonda con su esposa. Ella tiene antojo de polla, así que le sigue el juego, metiéndosela hasta el fondo. Él se la folla a lo bestia, dejándola con una corrida interna chorreando. ¡Una desagradable sorpresa le espera cuando se le pase la borrachera! La tentación tabú en su máxima expresión.