Tirando a una prostituta barata de Chicago en un callejón mugriento, tirándosela a esa zorra de 20 dólares, a pelo y con ganas. Es una puta sucia y tatuada, que se restriega en mi polla como si fuera su puto trabajo, porque lo es. Cabello rubio oscuro, maquillaje corrido y un coño que ha visto mejores días. Muy duro, muy duro, así es como le gusta. No se cansa de ese polvo sucio en la calle.