Una esposa traviesa anhela el doble de acción, follándose a su marido mientras su amante le acaricia la polla dura detrás del sofá. Este dúo cachondo e infiel no se conforma con una sola pareja; quieren experimentar un trío guarro. El marido no tiene ni idea mientras le penetra el coño, mientras ella gime pidiendo más, soñando con que ambos la llenen. Esta esposa guarrilla no es una ama de casa cualquiera; ¡tiene un secreto sucio y un apetito insaciable por la polla!