Una madrastra se pavonea con un diminuto bikini, presumiendo de sus atributos, y este tipo no puede evitar mirar fijamente ese jugoso trasero. Ella lo pilla con la mirada y lo mira fijamente, provocándolo con todas sus fuerzas. Este no es el típico día de playa familiar, es un duelo entre madrastra e hijastro, con bikinis y bravuconería por doquier.