Recién bajado del avión, encuentro a mi ardiente esposa venezolana siendo penetrada por el vecino. ¡Este cabrón cachondo la está machacando como un martillo neumático, ahí mismo en nuestro maldito sofá! Ella gime y ruega por más, su curvilíneo culo rebota con cada embestida. La charla sucia fluye en español, lo que la hace aún más ardiente. Esta zorra infiel está teniendo la fiesta de bienvenida más salvaje que jamás planeé.