Su hermanastra organiza una fiesta salvaje y se convierte en el centro de atención. La fantasía de cualquier hombre: ella es el máximo atractivo, presumiendo de sus atributos, provocando sin bragas. Su hermanastro entra, sorprendido por esta desventaja, ahora con ansias de la fruta prohibida. Se desata una aventura apasionada, mientras bailan al borde del deseo.