Padrastro tiene un secreto asqueroso: ¡su traviesa hijastra es una máquina de eyacular! Esta princesa apretada no se cansa de su gruesa verga, suplicándolo en cada postura. Es una bomba, gimiendo y retorciéndose mientras se la mete duro y profundo. Cuatro caminos al cielo, nena, ¡y esta pequeña zorrita disfruta cada minuto!