Pavoneándose ante un tipo misterioso, esta chica tiene unas agallas de acero mientras su hombre no para de hablar por teléfono. Es una zorra fogosa, con ganas de algo extraño mientras su novio, despistado, charla sin parar. Esta chica atrevida toma lo que quiere, y lo quiere duro y crudo. Es una salvaje, hace de las calles su patio de recreo, sin importarle las consecuencias. Esto no es una historia de amor, es la historia de una mujer audaz, lujuriosa y arriesgada que encuentra su dosis en un semental desconocido.