Al despertar con un sueño húmedo, esta dulce nena se encuentra en un deleite matutino y ardiente. La gruesa polla de su padrastro se desliza dentro de ella, gime de placer. No es una dormilona inocente, es una pequeña descarada con ganas de un buen polvo. El tabú de las familias ensambladas nunca se sintió tan bien.