Una belleza morena se sube a un taxi, sin darse cuenta de que su viaje se está volviendo loco. Nunca ha probado el sexo entre chicas, pero el falso taxista está listo y preparado. El placer del consolador con arnés lleva a esta guapa novata a un viaje orgásmico y lleno de gemidos que jamás olvidará. Lujuria lésbica en su máxima expresión, sin penes.