Su hermanastro tiene una sorpresa de San Valentín increíble: Izadora Lina, el regalo de su novia. Ella está obsesionada con la acción peluda, rogándole que le devore la alfombra. Él se entrega por completo, devorando ese coño como un campeón. ¿La guinda del pastel? Él se corre de nuevo, dejándola llena y satisfecha.