El almuerzo del esposo de su hermanastra Komal aún no está listo, así que mira con avidez al musculoso repartidor. Empapado en sudor, lleva algo más que sándwiches. Komal devora sus abultados bíceps con la mirada mientras descarga la comida. La cocina está a punto de calentarse, pues el apetito de Komal por algo más que comida se vuelve insaciable. Es un festín de carne, pues el repartidor sirve una ración caliente de su receta especial. ¡Buen provecho!