Una rubia casada y cachonda no puede resistir sus impulsos y se acuesta con un marinero en un paseo salvaje en barco. Vestida de rojo y transparente, se desnuda por completo, sin dejar nada a la imaginación. El marinero la embiste con fuerza, haciéndola gemir de éxtasis. No hay ninguna ama de casa santurrona aquí, solo una guarrilla sucia disfrutando en alta mar.