Paseando por el parque, me topo con un polvo grupal salvaje. Unos tíos se follan a una guarrilla, haciéndola gritar de placer. Mi polla se pone dura como una piedra, y no puedo resistirme a unirme. Cabrones cachondos se turnan para follar con esa maldita zorra, y yo soy el siguiente en la fila. Sexo en público en su máxima expresión, en plena naturaleza.