Barbie Rouss, una bomba con gusto por lo oscuro, no se anda con rodeos. Una vez que prueba ese amor de ébano, queda enganchada para siempre. Ya no hay vuelta atrás, cariño. Está entregada a todo, ansiando ese trueno de chocolate como una maldita adicta. No hay nada como un poco de acción interracial para animar las cosas. Barbie se está volviendo negra y no volverá jamás.