El coche de su hermanastra se avería, dejándola empapada en aceite y desesperada por ayuda. Su hermanastro le ofrece ayuda, pero sus intenciones no son nada inocentes. La penetra con fuerza, embistiéndola sin descanso en un encuentro brutal y crudo. El olor a aceite de motor y sudor impregna el aire mientras follan como animales en el garaje. No hay amor entre ellos, solo pura lujuria carnal.