Mírame recibirlo como una campeona y suplicar por más, sucia exhibicionista. Con tu vara dura golpeando mi trasero curvilíneo y mi cabello castaño rebotando, dame esa bofetada que tanto anhelo. Amateur o no, sé chupar y lamer hasta que tus ojos se pongan en blanco de felicidad. Llámame perra otra vez, te reto.