Mi madrastra y yo compartimos cama, y la cosa se puso interesante. Era una rubia tetona con un culo enorme, y no pude resistirme a sus encantos. Follamos como animales hasta que mi padrastro nos interrumpió. Pero, caray, esa milf tenía unos movimientos increíbles. La corrida que me dejó valió la pena. Ah, ¿y mencioné que era negra?