Estaba relajándome en el parque cuando dos chicas guapísimas me detuvieron. No tenía ni idea de que mis vecinos estaban organizando una velada sensual. Carol y Barbara me llevaron a casa y me regalaron su colección de cosas: vibradores, consoladores y un montón de strap-ons. Me enseñaron a darme placer e incluso me dejaron unirme a la diversión. Fue una noche salvaje y sensual con un toque latino.