No pude resistirme a esa bailarina apretada que acababa de cumplir 18. Era una aficionada, pero ¡vaya si sabía complacer! Sus mechones castaños rebotaban mientras la penetraba a cuatro patas, con fuerza y fiereza, hasta que me rogó por más. Cariño, eras demasiado buena para dejarla escapar.
she's missing upper front teeth