Bárbara Grey, una morena sensual, nunca imaginó enfrentarse a una gran polla negra hasta que sucumbió a su encanto. En un arrebato de pasión, saboreó cada centímetro y la montó como una profesional, exprimiendo hasta la última gota antes de que explotara sobre su rostro amateur. La postura del perrito la dejó jadeando y con ganas de más.