¡No te vas a creer lo que hice en el parque! Me acosté con un desconocido, chupándole la polla al aire libre. ¿Arriesgado? ¡Claro que sí! Pero la emoción de que me pillaran solo lo hizo aún más excitante. Nunca olvidaré esa mamada en primera persona y esa aventura sexual en público.