Jill Kassidy tenía que elegir: ver el Super Bowl con su hermanastro o chuparle la polla. Optó por lo segundo y recibió una corrida facial. A la chica le encantó el sabor de su polla y no pudo resistirse a hacerle una mamada profunda antes de correrse. Este padrastro sí que crió a un pequeño chupapollas.