Este cachondo recibió la mejor mamada de su vida de dos guapas brasileñas. Sabían exactamente qué hacer para que se corriera con fuerza. Una era madura y experimentada, mientras que la otra era joven y tenía muchas ganas de aprender. Le encantaba verlas dándose placer mutuamente y a sí mismo hasta que todos tuvieron un orgasmo alucinante. El aspecto interracial lo hacía aún más excitante.