Tuve la experiencia más salvaje en un club de intercambio de parejas con tres chicas de ébano. Nos acostamos en todas las posiciones posibles: a cuatro patas, en primera persona, e incluso tuvimos sexo grupal. Sus enormes traseros rebotaban mientras mi enorme polla los llenaba. Fue una noche de placer ininterrumpido y calor intenso.