Una belleza traviesa llamada Christy Lynn se volvió loca durante sus vacaciones de primavera, cabalgando con fuerza y recibiendo como una campeona. Le encantaban las corridas y la sensación que le producía su coño afeitado, sobre todo cuando la hacían a cuatro patas. Sus gemidos se oían a kilómetros de distancia, ¡y tuvo los orgasmos más intensos de su vida!
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