Mientras los fuegos artificiales del 4 de julio se desvanecían en la noche, ella lo celebró con una corrida facial mientras él observaba. Pero eso fue solo el principio. Pronto su boca se entretuvo con su polla negra, haciéndolo gemir de placer. Sus dedos encontraron su camino hacia su coño húmedo, mientras él le follaba las tetas. Finalmente, ambos estaban listos para la explosiva corrida final. Una celebración de verano para recordar.