Me encanta usar mis juguetes para alcanzar orgasmos reales en público. Mi última aventura me llevó en el tren y no pude resistir las ganas de masturbarme. La emoción de que me pillaran fue intensa, pero lo que la hizo aún más excitante fue cuando un desconocido tomó el control de mi juguete vibrador a distancia y me llevó a alturas vertiginosas.