Recuerdo que mi madrastra, Havana Bleu, me hacía mamadas increíbles en su época. Ahora que soy mayor, he vuelto a desear su boca experta en mi polla. ¿Y esas tetas suyas rebotando mientras follamos a cuatro patas? Las necesito. ¡Qué ganas de reavivar esa llama!
Visitar el sitio de patrocinador