Lucía sus enormes pechos y tatuajes en la piscina pública, atrayendo todas las miradas. Abrió las piernas de par en par, provocando y tentando a cualquiera que se atreviera a acercarse. Sus enormes pechos rebotaban con cada movimiento, haciendo babear de deseo a los espectadores. No fue una sorpresa cuando ganó el concurso de Miss Desnuda Norteamérica. Era la seductora definitiva, y todos estaban ansiosos por adorarla.