La voluptuosa Violette Blakk complace a su ansioso empleado con una mamada antes de cabalgarlo hasta el éxtasis en vaquera y a cuatro patas. Sus grandes tetas y su culo rebotan con cada embestida, demostrando por qué es una leyenda del porno. Él se deja llevar por el placer hasta que ella vuelve a tomar el control, haciéndole una garganta profunda antes de culminarlo en una explosión cremosa.