Aspen creía que le esperaba un trabajo de reparto de pollas como cualquier otro. Pero cuando Jackson Traynor llegó con su polla gorda y venosa, Aspen se llevó una sorpresa que lo dejó jadeando a cuatro patas y pidiendo más. Cayendo de rodillas y recibiendo el miembro de Traynor hasta el fondo de su garganta, Aspen pronto se encontró inclinado y siendo penetrado por detrás. Pero Traynor no solo tenía en mente la postura del perrito; también lo dejó boca arriba y le dio una buena cogida al estilo misionero. Y si crees que la cosa no puede ser más pervertida, piénsalo de nuevo: estos amantes desventurados resultan ser hombres.